El anuncio de incorporar a seis nuevos países, así como de potenciar el papel del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) y de continuar reduciendo la participación del dólar en el intercambio comercial, muestra la trascendencia de la cumbre de los BRICS realizada en Johannesburgo (Sudáfrica) el 23 y 24 de agosto. Y es que este foro de diálogo estratégico avanza, contra viento y marea, en su objetivo de sentar las bases de un mundo multipolar, en aras de contrarrestar la influencia global de Occidente.
El foro BRICS, hasta ahora conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, se ampliará, considerablemente, a partir del 1 de enero del 2024, fecha en la que adherirá a Arabia Saudita, Argentina, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán. Estos países fueron escogidos después de filtrar las solicitudes de una veintena de gobiernos deseosos por formar parte de esta plataforma de asociación política y económica, que, desde su creación en el 2006, apunta a hacer sentir su peso en la escena internacional.
Razones e intereses
Ahora bien, son diversas no solo las razones por las que han sido elegidos en esta primera fase de ampliación, sino también los intereses de sus patrocinadores. En el caso de China, por ejemplo, tiene en Arabia Saudita e Irán a dos de sus principales proveedores de petróleo, en tanto que Irán es para China y Rusia un aliado cada vez más importante, como lo prueba el hecho de que haya sido admitido en la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y de que participe con esas potencias en ejercicios navales conjuntos.
Emiratos Árabes Unidos es otro importante proveedor de petróleo de China, aunque algo más rezagado que sus pares musulmanes arriba mencionados. De otro lado, en el caso de Argentina, queda claro que su elección responde al interés de Brasil por contar con un socio regional que le sirva de apoyo para impulsar su pretensión de posicionarse como potencia mundial, aun cuando queda por ver cómo irá la cosa si el ultraderechista Javier Milei, quien critica tanto a Brasil como a China, gana las elecciones de octubre próximo.
No todo es color de rosa
Sea como fuere, como ocurre también dentro de la OCS, en el foro BRICS se dan cita grandes y medianas potencias que, en algunos casos, compiten entre sí por cuotas de influencia en las regiones donde están asentadas. Es lo que ocurre con Arabia Saudita e Irán en Oriente Medio, más allá de que, recientemente, hayan normalizado sus relaciones diplomáticas tras más de siete años de ruptura, pero también con China e India, países que, además de mantener disputas territoriales, chocan en el intento de expandir sus intereses en el océano Índico.
Por lo demás, los nuevos integrantes del foro BRICS distan de tener el peso económico de sus fundadores, que fue una de las razones esgrimidas para juntarse. Asimismo, son bastante dispares en términos políticos y culturales, como lo son, dicho sea de paso, los propios socios originales. Es así que hay democracias y autocracias de distinta índole. Del mismo modo, hay un país hindú, cuatro países cristianos (católicos, ortodoxos y protestantes) y cuatro países musulmanes (chiitas y sunitas).
Comercio, monedas, finanzas
Otro tema importante de la Cumbre de los BRICS es la decisión de afianzar la desdolarización en las relaciones comerciales entre sus miembros, lo que implica profundizar la participación de sus monedas nacionales en ellas, un tema que China y Rusia impulsan para reducir su dependencia de la divisa estadounidense y, de este modo, fortalecer su soberanía económica. En este contexto, Brasil propone crear una moneda común, a fin de reducir la vulnerabilidad a las fluctuaciones del tipo de cambio del dólar.
También está el tema del NBD, que compite con el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), instituciones asociadas a Occidente, y que constituye la herramienta financiera de los BRICS para consolidar su posicionamiento en el Sur Global. Precisamente, Emiratos Árabes Unidos se incorporó al NBD en el 2021, mientras que, hasta junio pasado, se hablaba acerca del inminente ingreso de Arabia Saudita y Argentina a él, algo que ahora se da por descontado.
A modo de conclusión
- La ampliación del foro BRICS revela un interés geopolítico, más que económico, por expandir su influencia global, lo que es, particularmente, notorio en el caso de China, país que se posiciona, cada vez con más fuerza, en Asia, África y Latinoamérica.
- El NBD, así como la voluntad de impulsar el intercambio comercial al interior de los BRICS con monedas nacionales, muestra la decisión de China de avanzar hacia una nueva arquitectura financiera mundial, en desmedro de los intereses occidentales.
❯❯ Carlos Rada Benavides es analista de temas internacionales y de seguridad.