General PNP (r) Carlos Rada Pérez: “La inseguridad ciudadana debe enfrentarse ahora, no mañana ni pasado”
El problema de la inseguridad ciudadana va de la mano con la situación de la Policía Nacional, un escenario que nuestro entrevistado, el General PNP en retiro, y exjefe de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales de la Policía Nacional del Perú (DINOES–PNP), Carlos Rada Pérez, aborda desarrollando propuestas de solución.
Por: Lewis Mejía
La Policía Nacional atraviesa una crisis de larga data. Los pagos que, según se dice, habrían efectuado algunos oficiales para ascender, ¿son éticamente aceptables dentro de la institución?
De ninguna manera. Nunca se ha dado, hasta donde yo sé, estos hechos. Y no es justo para la ciudadanía ni para la institución que eso haya ocurrido. Pues se trata de generales del Perú, no son solo generales de un instituto.
¿Qué habría motivado esta cuestionada decisión entre los supuestamente involucrados? ¿Algún beneficio económico?
Presumo que ese es el significado final de esa acción. Ascender y estando en el generalato buscar prebendas personales, lo cual no se debe aceptar, va contra la ciudadanía y contra la moral general de la Patria. Y por honor, deberían pedir su pase a retiro o a disponibilidad para que se les investigue. Y de no ser culpables, se les restituya con todos los honores.
Este escándalo ha generado impacto negativo en el prestigio de la institución, cuando la inseguridad es imparable. ¿Son momentos muy críticos los que vive hoy la Policía Nacional?
Soy consciente que esta nueva Policía es muy grande y difícil de manejar. Sin embargo, debe haber un reajuste total y absoluto de la institución. Por ejemplo, está dividida en regiones policiales, que no deben ser islas, deben estar bajo un mayor control del comando central. La Inspectoría no basta ni puede llegar a todos lados. Y es necesario que el comando tenga mayor control.
Con la creación de nuevas escuelas policiales se estaría rebajando la exigencia y los antecedentes del postulante. ¿Eso es otro riesgo?
Claro. Ahora no hay una verdadera selección de postulantes a las escuelas. Se sabe de casos en los que varios policías eran familiares de contrabandistas. En el norte resultaron tener vínculos directos con bandas de asaltantes. Eso no puede ser. El ambiente social y familiar es clave, y en eso se está fallando.
¿El ministro del Interior debe ser un expolicía o un civil?
Un civil, porque será neutral al desempeño de la Policía Nacional, que tiene sus propias leyes. Si el Comandante General cumple fielmente con sus reglamentos, el poder político no podrá hacer nada. En cambio, cuando el ministro es un ex policía, tiene influencia sobre los jefes policiales en actividad.
Parece que cada nuevo ministro recicla las ideas de sus antecesores, y anuncia más escuelas o sacar policías administrativos a patrullar. Algo que, por cierto, nunca se cumple. ¿Cómo enfrentar la creciente inseguridad ciudadana con ese panorama?
La lucha contra la inseguridad no es solamente un trabajo de la Policía Nacional. Sugiero coordinar con la Fiscalía para que se adopten medidas más prácticas, y de ser necesario cambiar las leyes. Pedir a los jueces, de los que hay excelentes magistrados, que aceleren los juicios. Y construir más cárceles. Y debe empezarse a trabajar ahora mismo. No mañana ni pasado. También se necesita apoyar al ciudadano que reacciona en defensa propia. Cómo es posible que, si hace uso del arma para defender a su familia ante un delincuente, a un padre se le detenga 48 horas. Está el caso del policía en Piura, preso tres años por hacer uso legítimo de su arma. Eso no se puede permitir.
¿Y en cuanto a la tecnología y el equipamiento? ¿Se cuenta con lo necesario para la lucha que nos espera?
No. Falta de todo. Motocicletas, patrulleros, helicópteros. Falta infraestructura en las comisarías. Uno llama por teléfono fijo y ya nadie le contesta. ¿Ha visto los baños? Son asquerosos. Es una ofensa tanto para el ciudadano como para el propio policía que presta servicios allí. No hay catres, no hay colchones, no hay ropa de cama… Ante esas condiciones, ¿cómo podemos pedir más a los policías? No se mejora su lugar de trabajo y eso no es justo. Y en eso también se tienen que tomar acciones ya, no mañana.
Otro aspecto es la carga para los alcaldes en seguridad ciudadana y al Serenazgo.
Los serenos no son policías. Fueron formados como complemento de las acciones municipales de apoyo a la acción policial. El gobierno es el que debe tomar las acciones necesarias para restablecer la seguridad ciudadana. Y los comandos policiales tienen que hacer uso de todo su talento para, en este primer momento, salir y neutralizar a la delincuencia. Porque luego viene la labor de la Fiscalía y el Poder Judicial.
¿El Congreso está teniendo un rol en todo este esfuerzo?
El peruano necesita que los problemas se solucionen. En el Legislativo hay un proyecto de ley para que la Policía Nacional pueda investigar, lo que antes hacía. Hoy ese papel lo cumple la Fiscalía, y se debería permitir que la Policía brinde también ese apoyo fundamental. El Congreso debe legislar para dar solución a los grandes problemas del país, y la inseguridad ciudadana es uno de ellos. Se necesitan acciones inmediatas, que coordine con el Ejecutivo para dar solución a este problema. De no ocurrir, la situación empeorará. Ya hay bandas de secuestradores, de extorsionadores, de asesinos…
Si bien es cierto la migración venezolana es en su mayoría de gente de bien que busca una oportunidad de trabajo ante la situación de su propio país, ¿qué hacemos con los delincuentes?
Expulsarlos. Creo que pueden hacerse grandes operativos, donde el Ejército puede colaborar cerrando el perímetro mientras la Policía Nacional acciona según su función. Le duela a quien le duela.