La prevención y gestión de riesgo de desastres en el Perú es estratégica por su ubicación geográfica, población y clima variado. Aunque se cuenta con capacidades para prever desastres, es necesario mejorar la planificación y adoptar una mentalidad proactiva. Política y Estrategia dialogó con el jefe institucional del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción de Riesgo de Desastres (Cenepred), el coronel FAP, y meteorólogo, Julio Villafuerte Osambela, quien informó que las Naciones Unidas estiman que “gastar un dólar en prevención, ahorra 15 dólares en emergencias”. Villafuerte, anunció la creación del Observatorio Multidimensional de Gestión de Riesgo de Desastres, para centralizar y analizar la información dispersa entre los diferentes estamentos del Estado y del sector privado.

¿Cuán estratégica es la prevención de riesgos en un medio como el nuestro? 

El Perú, como dijimos, está en el cinturón de fuego del Pacífico. En extensión, es el número veinte en el mundo. Tiene un clima multivariado, si no es el primero, es el segundo a nivel mundial en multi variabilidad climática. Entonces, la gestión de riesgo desastres debería ser primordial para la toma de decisiones. Tenemos las capacidades, deberíamos estar ya previendo qué es lo que va a ocurrir. No esperando que ocurra, como todos los años que esperamos al “Niño” (que ocurre siempre), ya debemos mitigarlo; tomar decisiones sobre unas lluvias en Pucallpa, pues sabemos que siempre llueve, como también en Piura, en las estaciones de lluvia. Entonces, en vez de estar esperando a que ocurran emergencias, actuemos desde ahora y despleguemos estructuras como drenajes para las ciudades. Para ello se necesita sustento técnico, para poder generarlo. Allí es donde la planificación falla.

¿A qué entidad le corresponde hacer esa corrección?

El Cenepred tiene esa gran responsabilidad, a nivel nacional, de identificar todos los fenómenos que alteren a la gestión de riesgo de desastres en el país. Tenemos la autoridad, nos han modificado la ley para que tengamos más prioridad estos años, y ya veo que el Estado está mirando más la parte preventiva que reactiva.

A nivel financiero, ¿cómo se presenta la figura del gasto reactivo y gasto preventivo?


Así como existe la FAO, la OIT, o la UNESCO, también hay una unidad de las Naciones Unidas encargada de gestión de riesgo de desastres. Ellos han estimado que, por gastar un dólar en prevención, ahorras al Estado 15 dólares en la emergencia propiamente dicha. Un ejemplo claro, y lamentable, es el terremoto que ocurrió en Chile de 8.2, si no me equivoco, igual al que sacudió Pisco. Sin embargo, en Chile murieron solamente 300 personas y en Pisco más de 2,500. ¿Por qué? Porque sí hubo prevención en Chile… acá no. Y eso es lo que tenemos que solucionar. En México, donde los terremotos son bastante recurrentes hay también una cultura preventiva interesante.

Allá utilizan unas alarmas que alertan a la población minutos antes que ocurra el sismo. ¿Esto podría funcionar acá?

Hay un proyecto de sistema de alerta temprana en tsunamis y sismos que están en acción, creo que se están activando. La diferencia son los tiempos. ¿Por qué? Porque la placa de Nazca y la placa continental están, prácticamente, encima de nosotros. En cambio, en México, está a unos kilómetros más lejos, entonces le brinda más tiempo al sensor. Pero, igual, seis o diez segundos siempre van a ser muy útiles para salvar vidas.


¿Los gobiernos locales, regionales, cuentan con los presupuestos necesarios para hacer acciones preventivas? 

Todo el Estado tiene presupuesto para la prevención. Y pueden solicitarlo. Pero todavía tenemos la conciencia reactiva. Algunos están esperando que ocurra el evento para la declaración de emergencia. Y no hablemos solamente de sismos. Hablemos de la multi variabilidad climática que hay. Hay lluvias y colapsos. Yo veo venir huaycos, crecidas, inundaciones de campos agrícolas, o sea, esto es multidimensional, y nosotros estamos en la obligación, como Cenepred, de brindarles a todas las instituciones del Estado, la información correcta. Con ella viene la respuesta, pueden solicitar con sustento técnico el presupuesto para construir lo que debería haber ahí, en la zona de riesgo. Está figura de obras por impuestos, el financiamiento de gobierno a gobierno, hay canon… o sea, dinero existe, lo único que falta es la orientación para la prevención, inclusive para la educación en prevención.

¿Considera usted que existe falta de sensibilidad entre las autoridades locales y regionales para actuar con mayor énfasis?

Yo voy más al desconocimiento y a la falta de capacitación para pedir las cosas. Yo creo que, por lo que he conversado con muchas autoridades, inclusive estamos ya en las coordinaciones con la Asamblea Nacional de Gobernadores Regionales y con todas las autoridades regionales, sobre el tema de prevención de riesgos,y ellos no terminan de ejecutar los presupuestos para este propósito, por lo menos, tenemos unos 40 o 50 millones de soles por región, porque no saben ejecutar sus proyectos de gestión de riesgo, porque lo quieren utilizar como emergencia. Así, reciben el dinero para emergencia… Entonces, hacer un estudio de la construcción de un puente, o para hacer la protección de las costas ribereñas, o hacer unas mallas, suele demorar. Cuando el estudio se termina, te queda un mes para ejecutar, ya no tienes tiempo, el dinero regresa a las arcas fiscales. Pero hay otros medios, como te digo, para ejecutarlo. Entonces nuestra función es explicarles o facilitarles cómo hacer el gasto, pero primero hay que identificar dónde se va a efectuar el mismo.

¿En qué tiempo, estima usted, puede consolidarse una cultura preventiva entre las autoridades? 

Tres veces al mes, se reúne un grupo de trabajo multisectorial encabezado por la PCM, con todos los ministerios, salvo Agricultura, si no me equivoco, que tiene sus propios medios, al igual que los sectores Salud y Educación. Los demás, trabajamos en conjunto con la finalidad de prevenir. Llevamos más de cincuenta reuniones, más o menos, y a partir de las mismas, estamos incidiendo en la necesidad de una cultura preventiva. Pero lo que nos hemos trazado como meta es, cuando deje de llover, antes de decir “muchas gracias, nos vamos”, ahora estamos dando el continuo, porque hay que prepararnos para las próximas lluvias. Porque sí o sí, como siempre digo, con Niño o sin él, van a haber lluvias.
Las alertas se pueden activar, las playas pueden estar cerradas, pero para eso hay que hacer prevención. Para eso necesito yo, como Cenepred, almacenar toda la información técnica y hacer pronósticos, no solamente de la ciencia atmosférica o geofísica, sino también considerando la parte social. ¿Qué pasa si llueve en un sitio donde no hay personas? No pasa nada. También hay que considerar las zonas donde hay pobreza… estamos viendo ahora el proyecto de heladas, por ejemplo, por las bajas temperaturas. Siempre ocurre en el mismo sitio, pero si así es siempre, ya debería dejar de ser emergencia. Allí deben aplicarse medidas preventivas, y solicitar el presupuesto adecuado.

En el caso de Lima, los medios de comunicación, advierten que, en cualquier momento, se desataríaun sismo de grado 8, por el tema de la liberación de la energía entre las placas continentales ¿Qué piensa del tema?

Considero, en el caso de algunos medios de prensa, que hay una mentalidad que dice “se acabó la noticia de la lluvia, entonces ahora, ¿qué buscamos? Sismos”. No niego que pueda ocurrir en cualquier momento, pero para ello está, precisamente, la cultura preventiva. En todo caso, la noticia buena, en algún momento, debería ser: “¿sabes qué? En el friaje, en la helada que ocurrió, no ha habido muertos… la agricultura no se ha dañado mucho”, pero como esas situaciones no venden, no lo dicen. Entonces, ¿qué noticia viene? Sismo. ¿El sismo cuándo ocurrirá? La ciencia no lo tiene claro. Están especificando dónde pueden ser los focos (de impacto telúrico), que uno es la costa peruana, la costa de Lima, y no estoy en contra de ese pronóstico, que quede claro, pero hay que preocuparnos en más cosas. Hay que enseñar la parte reactiva, o sea, prepararnos, pero no alarmar a la población.

La preocupación subsiste, principalmente por los asentamientos humanos ubicados en las laderas de los cerros, en Lima…

Ese es otro problema que atender. Tenemos dos cosas que hacer en el escenario o en la simulación: Una, que ya no se habite en las márgenes de los ríos. Y otra, evitar que las mismas autoridades continúen otorgando terrenos para que la gente viva en zonas donde estaba prohibido vivir. Ello, por cálculo político, por ganar votos, por ganar muchas cosas. Y eso está ocurriendo en la actualidad. Y ahí viene, también, nuestro trabajo que es identificar, no solamente en Lima, sino en todo el país, donde están las zonas donde no se debe vivir. Pero eso ya es planificación, prevención, estrategia (que no tenemos). Estamos gestionando, recién, la data. Todas las instituciones del Estado, tienen mucha información, pero para su propio consumo. Podemos tener la información meteorológica, pero se requiere también de la oceánica, de la poblacional (INEI), etc. En ese contexto, se deben superar algunas trabas burocráticas, con la suscripción de convenios entre las instituciones.

Entonces existe información dispersa, pero clave para prevención de riesgo de desastres…

Tenemos datos para aprovecharlos. Para hacer estrategia y para hacer planificación, plantear escenarios, perspectiva y todo. Pero la información está dispersa. Y Cenepred es la entidad llamada a juntar esa información, porque tenemos la autoridad. Estamos logrando ya, acceder esa información, para analizarla y darle a cada institución, incluso al periodismo, las herramientas que necesitan para generar noticias. Al sector salud, le interesará dónde están los hospitales con temperaturas más bajas para la época, y no poseen la información. Existe toda una capa de datos para que cada uno trabaje de acuerdo a sus necesidades. 

¿Cuál es el principal problema con el acceso a la información?

El principal problema es la falta de comunicación entre todos los sectores, es una Torre de Babel, todos tienen, pero pocos conversan entre ellos, entonces estamos integrando la información, para que todos puedan acceder a la misma y puedan utilizarla para sus fines, misiones y labores. Inclusive la empresa privada, ellos también podrían invertir en información, porque poseen amplia data: las mineras, las agrícolas, etc. Se analiza y se saca un producto. Yo creo que seríamos mucho mejor trabajando así.

¿Existe soporte legal que permita a Cenepred integrar esa data con mayor celeridad?

Sí lo tenemos. Por ello estamos planteando la creación del Observatorio Multidimensional de Gestión de Riesgo de Desastres, con la finalidad de centralizar la información y, obviamente, acceder a todo conocimiento que permitirá vigilar y cumplir con las misiones. O sea, esto sería un círculo virtuoso de la integración de la data. Ya, inclusive, podríamos hablar de catastros bastante completos. Siempre hay catastros agrícolas, mineros y urbanos que se sobreponen entre ellos, porque son de diferentes datos y causan problemas de invasiones, de sobreposición de agricultura con minería, etc. Entonces, no hay una data conjunta y este es el planteamiento que Cenepred está tratando de consolidar.

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