Marushka Chocobar, quien fuera responsable de la Secretaría de Gobierno y Transformación Digital de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), conversó con Política y Estrategia sobre los avances en la gobernanza digital en el país que se lograron en los últimos años y la importancia que ella tiene para nuestro desarrollo.
¿Cómo surgió la Política Nacional de Transformación Digital al 2030 y en qué consiste?
La Política Nacional de Transformación Digital se diseñó durante mi gestión, con la participación de más de 15,000 personas a nivel nacional. Pero primero es importante presentar el contexto marco, que es cómo Perú ha venido avanzando en gobernanza digital, lo que significa que hoy Perú tiene cinco normas con rango de ley. Quién tiene que hacer qué en el ámbito digital y ello representa una rectoría fortalecida a cargo de la Presidencia del Consejo de Ministros.
Esto comienza con la Ley de Gobierno Digital que se emitió el 2018, es decir, la transformación digital del Estado con seis pilares: Interoperabilidad, Identidad digital, Servicios digitales, Gobierno de datos, Arquitectura digital y Seguridad digital. En el 2020 se emiten dos normas con rango de ley, que amplían el espacio de la gobernanza digital al sector privado.
El Decreto Urgencia 006-2020 crea el Sistema de Transformación Digital, que involucra la sociedad civil, la academia y el sector privado, los organismos internacionales y la ciudadanía, y la Ley de Confianza Digital, promulgada mediante Decreto de Urgencia 007-2020, que ya abarca el uso ético de tecnologías digitales, los datos y todo lo que involucra la seguridad digital.
Estas normas con rango de ley constituyen un gran marco de gobernanza digital. Luego comienza la crisis sanitaria y nuestro día a día es vivir con la transformación digital y la tecnología. Es así que a estas normas se le suman dos más, que son la Ley del Laboratorio de Gobierno y la Ley de Inteligencia Artificial, así como dos decretos supremos que aprueban el Plan Estratégico de Desarrollo Nacional y la Política Nacional de Transformación Digital. Este marco regulatorio constituye la gobernanza en materia de transformación digital del país. Dentro de esta gobernanza, la Política Nacional de Transformación Digital se promulga para resolver un problema público: ¿cómo la tecnología ayuda a las personas en el día a día? Es decir, el incremento del ejercicio de la ciudadanía digital.
¿Cómo se mide el impacto de esta normativa?
Se puede medir desde diversos aspectos; sin embargo, la Encuesta Nacional de Hogares del INEI, entre otras cosas, mide qué puede hacer una persona en Internet o en el mundo digital y sobre eso realiza una trazabilidad de años anteriores. Sobre esta trazabilidad se estima el impacto de la aplicación de la Política Nacional de Transformación Digital y la regulación vigente, y con ello se determinan las posibilidades u oportunidades para el desarrollo del país. Aquí establecimos que son varias: la persona puede buscar información básica, puede entretenerse, comunicarse. Estos son tres puntos fundamentales que en la pandemia se hicieron mucho más evidentes. Las personas también pueden capacitarse, hacer trámites en el sector público y privado, operar en banca, y comprar y vender por Internet.
¿Cuánto tiempo estuviste en la PCM?
Alrededor de seis años; de hecho, seis gobiernos. Empecé el 2018 en la Secretaría de Gobierno Digital que absorbió a la ONGEI (Oficina Nacional de Gobierno Electrónico e Informática) y luego el 2021 evoluciona el ROF (Reglamento de Organización y Funciones) de la Presidencia Consejo de Ministros y se convierte en la Secretaría de Gobierno y Transformación Digital. Es muy importante comentar que el diseño de la Política Nacional de Transformación Digital duró tres años y comenzó con el Decreto de Urgencia 006, que crea el Sistema de Transformación Digital, y ordena publicar y promulgar la Política y Estrategia Nacional de Transformación Digital, que comprende seis objetivos estratégicos y 82 servicios en favor de las personas.
¿Puedes mencionar alguno?
En el objetivo prioritario número uno, por ejemplo, tenemos el servicio del programa de canasta básica digital, es decir, el que garantiza a las personas en condiciones de vulnerabilidad que tengan acceso a dispositivos móviles, a Internet, a un paquete de datos y a un paquete de contenidos que les genere valor. Este programa de canasta básica digital tiene que ser diseñado por la PCM, en coordinación con diversos sectores. Pero también existen la red dorsal y otro tipo soluciones de conectividad que pueden garantizar que se logre el objetivo prioritario de garantizar el acceso inclusivo, seguro y de calidad al entorno digital para todas las personas. El segundo objetivo es vincular la economía digital al desarrollo productivo y sostenible del país, impulsando el uso de pagos y billeteras digitales para los programas sociales.
¿Cuánta población está inmersa ya en estos beneficios?
La Política Nacional contempla impactar a toda la ciudadanía a nivel nacional, así como impulsar los beneficios del mundo digital y proteger a las personas de los riesgos. Muchas cosas ya se han venido avanzando desde el sector privado; por ejemplo, una alianza por la Internet segura para proteger a niños, niñas y adolescentes. Asimismo, desde la sociedad civil estamos trabajando en impulsar una mayor participación de mujeres en temas de tecnología, mientras el sector privado está buscando nuevas formas de conectar al país. Existen una serie de habilitaciones que se han dado para que esto funcione, sobre todo en aquellos lugares donde no llega la conectividad del Estado, como la selva o las zonas rurales. Entonces, lo que garantizará el éxito de esta política es el liderazgo desde el Estado y el apoyo y la vigilancia de la sociedad civil y el sector privado.
¿Cómo está el Perú respecto a los demás países de la región y quién lidera el tema de la transformación digital?
Nuestro país, en los últimos años, además de fortalecer la gobernanza digital que te comenté al inicio, ha ido posicionándose cada vez mejor en los indicadores internacionales de digitalización. Esto es importante por dos razones. Primero porque el Perú es atractivo para los fondos internacionales de cooperación, para que la banca multilateral planifique otorgar fondos no reembolsables o préstamos con baja tasa para poder seguir impulsando la hoja de ruta digital. Es importante destacar que no solo tenemos una sólida gobernanza digital, sino que también tenemos una hoja de ruta clara y establecida. De los indicadores más importantes puedo mencionar tres: el indicador de Naciones Unidas, del Banco Mundial y de Inteligencia Artificial de Oxford.
El Perú creció en el indicador de Naciones Unidas al puesto 59, de 193 economías. El indicador del Banco Mundial nos posiciona en el segundo puesto del Índice de Gobierno y Tecnología en Latinoamérica y el Caribe, solamente después de Brasil y por encima de Uruguay. En el indicador de Inteligencia artificial, el Perú subió 30 posiciones.
¿Exactamente desde cuándo se registran estos avances?
Los indicadores se miden cada dos años y los últimos, que son los más recientes, se han comenzado a medir a partir del 2020. Este trabajo se viene realizando desde el 2018. Actualmente, el Perú tiene una Política Nacional con 82 compromisos. Debemos tomar los compromisos y comenzar a cumplirlos, porque ha tomado tiempo construirlos, y mucha gente ha participado, no solamente el Estado. Su impacto en favor de la población será enorme.
¿Y se están cumpliendo?
Yo creo que, en este momento, todo en el ente rector se está reorganizando. Creo que tomará un tiempo para que se retome el rumbo. Confío en que se hará… Sin embargo, es importante desde la sociedad civil y el sector privado vigilar que eso se haga rápido: son solo seis años de desarrollo para implementar esta Política, del 2024 al 2030.
¿Estás diciendo que la actual administración del país está perdiendo el paso, en tanto se reorganiza?
Yo creo que cada gestión evalúa sus nuevos equipos, sus nuevas estrategias, su curva de aprendizaje. Hay una hoja de ruta marcada que determina cuál es la estrategia para implementar, si es en mesas de trabajo, o comités, si se diseñan estrategias para llegar a las regiones o a gobiernos locales, pero de que se tiene que cumplir, se tiene que cumplir y, nuevamente, tenemos que mirar el rol de la sociedad civil para vigilar que se cumpla y también el rol de los responsables de gobiernos regionales y locales para impulsar este cumplimiento. La Política está publicada, es un documento de 69 páginas en resumen ejecutivo y 1,200 páginas en su totalidad. Es un gran trabajo el que se ha hecho con muchas personas en el país y este camino se tiene que seguir construyendo.
Nuestra sociedad es cada vez más compleja y junto con ella, la delincuencia. Las estafas en línea, el grooming, atentados contra el honor sexual, violaciones y acoso a menores en Internet… Tenemos la impresión de que Ministerio Interior no tiene una estrategia clara para abordar el problema ¿Cuál es tu evaluación?
Esto que mencionas es el aspecto más complejo de esta Política Nacional y de la gobernanza digital en su totalidad. Desde la perspectiva en la que yo, como profesional, me encuentro involucrada, es en reducir el 85% del ciberacoso que hoy existe contra niños, niñas y adolescentes (principalmente contra niñas). Naturalmente, nos indignamos cuando vemos un asalto, un robo o un asesinato, pero no nos indignamos cuando sucede algo que no vemos. El ciberacoso ocurre en las redes y en lugares donde ni nos imaginamos. Existe un estudio UNICEF reciente que revela que cuatro de cada cinco niñas se sienten inseguras en Internet, y más del 85% de las niñas y adolescentes que fueron entrevistadas declararon haber sido contactadas por una persona que no conoce en Internet. De acuerdo con UNICEF, cuando se entrevistaron a niñas sobre estos temas y a quienes les gustaría seguir una carrera de tecnología, más del 53% de ellas dice que no les interesa una carrera tecnológica y esto radica en que, probablemente, las familias perciben las carreras de tecnología como más difíciles, carreras para hombres, y esto genera un futuro difícil. Si las niñas no siguen carreras de tecnología, ¿quién desarrollará algoritmos que prevengan el ciberacoso, me entiendes? Deben ser preferentemente las mujeres. Yo vengo trabajando con diversas organizaciones para que exista mucha mayor participación de mujeres en tecnología, no solamente por la necesaria equidad de género, sino también porque hoy las inteligencias artificiales están desarrolladas en un 94% por hombres y tienen el riesgo de replicar los sesgos de la sociedad, y al mismo tiempo no están siendo preparadas para proteger a niños, niñas y adolescentes con algoritmos de prevención del ciberacoso y otros ciberdelitos.
¿Sugieres una mayor sensibilidad femenina?
No, yo diría más bien que se necesita más empatía. Una mayor sensibilización, porque los niños también son ciber acosados. Como sociedad debemos proponernos eliminar el nivel de acoso a niños y niñas. El grooming ha avanzado mucho, como bien dices. El Ministerio del Interior tiene una gran tarea en ese sentido, pero esta problemática debe ser atendida por todos los actores de la sociedad. Tenemos que comprometernos en ese camino.
El otro aspecto de la delincuencia es la que, potencialmente, puede atacar infraestructura crítica nacional, ¿qué nos puedes decir al respecto?
Considero que el Perú tiene hoy un importante estado de madurez regulatoria, de confianza digital, que debe irse complementando y mejorando de manera rápida. En estos próximos meses y años la complejidad que existe en los ciberataques irá de la mano con el avance de la tecnología y, sobre todo, de la inteligencia artificial. Creo que es muy importante hacer un análisis profundo de aquellos estudios que revelan cuál es el estado de madurez en el Perú para cumplir las recomendaciones. Es necesaria la inversión en ciberseguridad. Tenemos que invertir en tecnología que proteja y fortalezca la seguridad digital nacional. No todo puede quedar en normas escritas, debemos avanzar en esa implementación, porque el presupuesto ya fue aprobado. La Política Nacional de Transformación Digital tiene para ello el objetivo prioritario número cinco sobre garantizar la confianza digital en el país.
Para hacer efectivo eso, obviamente, se necesita voluntad política, conocimiento de esa problemática, pero en términos financieros, ¿cuánto le cuesta el gobierno atender esa demanda?
En el momento que dejé el cargo público publiqué el informe de gestión de los cinco años y medio que estuve en la Secretaría, paso a paso, qué se hizo cada año. Es un informe de cerca de 300 páginas que se fue creando a medida que avanzábamos. En dicho informe dejé recomendaciones concretas, como, por ejemplo, la aprobación del presupuesto tanto de gasto corriente, como de inversión pública. La aprobación de un proyecto de inversión pública con el BID, la contratación de un sólido equipo técnico, porque esto no se hace con dos personas, ¿no? Hoy, la Secretaría debe tener un equipo técnico de cerca de 200 personas que se necesitan para todo el despliegue. Se dejó el presupuesto para que esto se haga.
A pesar de tu buen ánimo, no puedes soslayar la lentitud de la burocracia…
Creo que se necesita ponerle mayor velocidad a la implementación de las políticas, la población lo necesita. El liderazgo y respaldo político, la convocatoria permanente… Y es que, realmente, se trata de la hoja de ruta del país y no de una persona. Es de nuestro país. Por ejemplo, el 31 de diciembre Perú transferirá la presidencia de la Red Interamericana de Gobierno y Transformación Digital sobre 36 países, es decir, hemos llegado a tener este tipo de liderazgo. ¡Perú dirigiendo 36 países!
¿Consideras que la jefa de Estado ha internalizado este tema? Lo digo porque antes de la crisis sanitaria, por ejemplo, el presidente Macron de Francia hizo “El llamado de París”, que fue una convocatoria mundial para hacer frente a la ciberdelincuencia. ¿Nuestras autoridades han internalizado el problema de la seguridad cibernética?
Yo creo que dentro de toda la problemática que tiene nuestro país, lo digital es un eje transversal fundamental. Esto está contemplado en la Política General de Gobierno en la Disposición Complementaria número 5 del Decreto Supremo que la aprueba. Por lo tanto, si es que no se ha hecho antes, es el momento de convocar desde la Presidencia para que esta Política se lleve adelante y se demuestre que, efectivamente, la Política General de Gobierno se está cumpliendo con ese eje transversal de transformación digital en favor de toda la población.