La guerra que libran Rusia y Ucrania, que algunos catalogan como un conflicto armado entre Rusia y la OTAN, sigue sin resolverse en términos militares, en circunstancias que la contraofensiva ucraniana, lanzada en junio pasado, ya puede darse por terminada, tras estrellarse ante las fuertes defensas en capas establecidas por los rusos. Para conocer más sobre la marcha de esta guerra y las implicancias globales que tiene, Política y Estrategia conversó con el analista internacional Adrian Zelaia, presidente de EKAI Group de España.

La guerra entre Rusia y Ucrania se aproxima a su segundo año, ¿cómo observa la marcha militar de la misma?

Ya desde el principio de la guerra se sabía que lo lógico era que Rusia terminara ganando, a pesar de la enorme implicación de los países de la OTAN. La contraofensiva ucraniana de este año no ha sorprendido por su fracaso, que era algo esperable, sino por la rotundidad de este fracaso. Finalmente, el equipamiento de la OTAN ha demostrado no ser capaz de hacer frente al Ejército ruso. El Ejército ucraniano está destruido, se derrumba de día en día y el ruso se refuerza de día en día, tanto en hombres como en equipamiento.

¿Comparte la idea de que, al menos en el corto plazo, es muy difícil que uno u otro bando obtenga una victoria militar?

Todo depende de la estrategia rusa. Es evidente que Rusia tiene capacidad de obtener esa victoria militar. Pero puede decidir retrasarlo por razones operativas o estratégicas.

Se dice que Occidente, cada vez más cansado de la guerra en términos políticos y económicos, está ejerciendo presión sobre Zelenski para que se siente a negociar con Putin. ¿Qué tan cierto cree que es esto?

Creo que sí es cierto, pero eso no significa que confíe, realmente, en esa negociación. Ya es muy tarde para ello y, probablemente, Rusia ya solo aceptará una rendición de hecho de Ucrania, junto a una negociación con la OTAN o Estados Unidos sobre el futuro estratégico de Europa.

Algunos analistas sostienen que el conflicto militar ruso-ucraniano debe verse como el inicio de una suerte de tercera guerra mundial, entre Estados Unidos, la UE y la OTAN, por un lado, y China y Rusia por otro. ¿Qué opina sobre este planteamiento?

Es evidente que ya estamos en esa guerra mundial en cuanto “guerra fría”. La cuestión clave es si vamos a llegar o no a un enfrentamiento bélico directo entre Rusia, China y la OTAN. Esto puede suceder, pero aún no estamos en ese contexto.

¿Qué implicancias tiene para el mundo la creciente tensión en las relaciones de Estados Unidos con China y Rusia, que incluye un incremento constante de los gastos de defensa?

La consecuencia más grave es, sin duda, el riesgo de una guerra mundial o nuclear. Estados Unidos, Rusia y China deberían iniciar, cuanto antes, negociaciones estratégicas sobre el futuro del mundo en el contexto de una realidad multipolar.