Créditos

Mayor general FAP (r) Antonio García Falckenheiner

Un juego de guerra es una representación dinámica de un conflicto o competencia en un entorno sintético, en el que las personas toman decisiones y responden a las consecuencias de esas decisiones

Peter Perla (The Art of Wargaming: A Guide for Professionals and Hobbyists )

Los juegos de guerra (JJGG), en el ámbito militar, son simulaciones diseñadas para el entrenamiento de toma de decisiones estratégicas, operacionales y tácticas, así como para evaluar escenarios hipotéticos. Pueden variar en complejidad, desde ejercicios de mesa hasta simulaciones de combate computarizadas muy reales.

Los JJGG tienen una larga historia. Uno de los primeros es “Kriegsspiel” (https://cosimg.github.io/), desarrollado en Prusia en el siglo XIX. Existen JJGG con un enfoque educativo, analítico y generador de teoría, y se utilizan en entornos académicos, think tanks, y en el ámbito militar. Así tenemos, por ejemplo:

  • Matrix Games, que se centran en la exploración y el análisis de situaciones complejas, donde se toman decisiones y se desarrollan discusiones. Estos son generadores de teoría y se utilizan en entornos académicos y de investigación.
  • Juegos de Política Exterior, centrados en la toma de decisiones políticas y estratégicas de nivel nacional o internacional, los cuales pueden ser utilizados para estudiar las implicancias de las políticas de gobierno y las dinámicas de las relaciones internacionales.
  • Juegos de Simulación Estratégica, orientados hacia el desarrollo de estrategias a largo plazo, como la política de defensa, la planificación económica y alianzas internacionales.
  • Juegos de Resolución de Conflictos, versan sobre la resolución de conflictos y la diplomacia, y en ellos se representan los actores, las negociaciones y decisiones para resolver disputas.
  • Juegos de Simulación de Crisis, centrados en la gestión de crisis y la toma de decisiones en situaciones de alta presión, para estudiar cómo los líderes responden a eventos inesperados, así como para desarrollar estrategias en momentos críticos.
  • Juegos de Simulación de Política Aeroespacial y Militar, sobre cuestiones relacionadas a la política aérea, espacial, militar y de seguridad, analizando las implicancias de la militarización del espacio, el control de armas y la seguridad en el ciberespacio.
  • Simulaciones históricas, basadas en eventos pasados, permiten comprender la historia y generar teorías sobre cómo se desarrollaron los conflictos y las decisiones estratégicas.

Dependiendo el tipo de simulación y el enfoque, entre otras cosas, tenemos simulaciones computarizadas, que pueden ser muy realistas y proporcionar a los participantes una experiencia cercana a un combate real; juegos de mesa, que se utilizan en el entrenamiento militar, y que involucran mapas, piezas y reglas para representar batallas y operaciones militares (Ej. Kriegsspiel, Littoral Commander, Merlin); y diversidad de escenarios, porque pueden representar una amplia gama de escenarios, desde conflictos terrestres hasta operaciones aéreas y navales, que pueden ser utilizados para simular eventos históricos o para diseñar futuros hipotéticos.

Actualmente, también hay que enfrentar desafíos emergentes y complejos con entornos cambiantes, pues estamos en un mundo con amenazas asimétricas. En este marco, la Marina de Guerra del Perú realizó un Simposio Internacional de JJGG. Entre los conferencistas participó Emily Yoger, analista política de la RAND Corporation, quien habló sobre los “Juegos no tradicionales en un mundo no tradicional”, interesante forma de realizar JJGG para situaciones que pueden ser diferentes a la guerra, pero que los tomadores de decisiones, muchas veces, no conocen. De ahí la importancia de proveerles este conocimiento.

En la actualidad, donde amenazas asimétricas como el terrorismo y la insurgencia son más comunes, los ejercicios abordan ciberataques y defensa de infraestructuras críticas, y la planificación y ejecución de operaciones de paz y estabilización en entornos posconflicto. En conflictos híbridos, que involucran tácticas diversas y no convencionales, pueden combinar elementos DIME (DIME | Mad Scientist Laboratory (army.mil)). En un mundo globalizado, es común que fuerzas militares trabajen en conjunto con otros países (Operaciones Conjunto/Combinadas/Multinacionales). También se deben incluir elementos que desafíen a los participantes a tomar decisiones éticas y legales en situaciones complejas, como la protección de civiles en medio de un conflicto, tal como ocurre hoy en Oriente Medio.

El futuro es incierto, por lo que se debe estar preparado para diseñar y simular escenarios hipotéticos que aborden amenazas emergentes y tecnologías avanzadas. Estos deben ser adaptables y flexibles para ajustarse a las circunstancias cambiantes y los desafíos, a fin de modificar, rápidamente, los escenarios y las condiciones del juego.

Un actor que está tomando relevancia en los JJGG es la Inteligencia Artificial (IA), que otorga realismo y autenticidad en aras de un entrenamiento efectivo con escenarios dinámicos y adaptativos, lo cual va a ser más desafiante a medida que evoluciona. También puede dar un entrenamiento personalizado de acuerdo con las habilidades y objetivos específicos. La IA va a facilitar la creación y simulación de escenarios hipotéticos para explorar situaciones importantes para la planificación estratégica y la toma de decisiones.

En lo negativo de la AI va a estar la vulnerabilidad cibernética, pues podría ser objeto de ataques y hackeos. Asimismo, la dependencia tecnológica puede llevar a una falta de habilidades en estrategias manuales y tácticas. Otro tema es el de los sesgos [Inteligencia Artificial responsable: sesgos y explicabilidad – IIC (uam.es)], ya que las decisiones tomadas por la IA en los JJGG pueden estar influenciadas por los datos con los que fue entrenada, reflejando perjuicios indeseados y distorsionando la realidad. Por último, el mantenimiento de los sistemas de IA puede ser costoso y requerir una infraestructura tecnológica avanzada.

De esta manera, los JJGG se utilizan como herramientas de investigación en entornos académicos y de análisis de políticas, permitiendo explorar situaciones complejas, desarrollar teorías y analizar estrategias, además de mostrar las complejidades de la toma de decisiones estratégicas y políticas. Los militares los usamos y también te pueden servir.